Anna Karina
Anna Karina es el nombre fabricado por Coco Chanel para la actriz danesa Hanna Karin Blarke Bayer cuando está iniciaba su carrera como modelo en París. Tras participar en el corto Pigin Oy Skoenne, que obtendría el triunfo en el Festival de Cannes, Anna se traslada desde su tierra natal a la capital francesa. París sería el lugar donde la musa de la Nouvelle Vague alzaría el vuelo. La primera aparición de Anna en una película tras su llegada a Francia es curiosamente a través de un ejercicio de detourment practicado por el situacionista Guy Debord. En el film On the Passage of a Few Persons Through a Rather Brief Unity of Time, Debord utiliza un anuncio en el que Anna es la imagen de una conocida marca de jabón. La musa aparece desnuda en una bañera cubierta con espuma de jabón. El cine de Debord se sitúa en las antípodas de la obra del hombre que descubriría a Anna a través de ese mismo anuncio y la convertirá en estrella y musa de películas como Vivir su vida, Alphaville o Banda aparte; Jean-Luc Godard. De Godard durante los años que trabajaron juntos se decía que acariciaba a Anna con la cámara. Dos años antes de su primer trabajo conjunto ella había rechazado un papel en la primera película del director francés, Al final de la escapada, porque el papel incluía escenas de desnudo. Godard no comprendió la diferencía entre esa escena y que ella apareciera recubierta de jabón en una bañera, de todas formas el personaje que debía interpretar Anna desapareció para siempre de aquella película. La actriz en cambio si aceptaría participar en el siguiente film de Godard y durante su segunda colaboración en 1961, en la película Una mujer es una mujer, contraerían matrimonio. Sobre el amplio registro de la imagen de Anna, Godard desplegaría en los próximos años su pastiche más o menos afortunado de referencias cultas, su espectacular radicalismo político y un intrincado diálogo constante entre las líneas narrativas de un film. En 1967 su matrimonio termina, año en que Godard estrena La Chinoise, film cuanto menos problemático ya que para algunos especialistas representa su mayor crítica y alejamiento de la sociedad burguesa mientras que para otros el verdadero naufragio de una crítica política coherente. La frase que acompañaba de fondo la primera intromisión involuntaria de Anna en el cine decía: Los anuncios durante las interrupciones (de una película) son el verdadero reflejo de una interrupción de la vida. La interrupción de Anna en la vida de Godard, valoraciones cinematográficas a parte, nos ha dejado sin duda miradas y gestos que interrumpen el ritmo del corazón.
4 comentarios:
me gusta, ya sabes que me gusta esta sección.
(tienes que encontrar la forma de escribir la historia que nos contaste a Gustavo y a mi esa noche, no es muy romántica pero si no lo haces tú, lo haré yo)
ya llega, ya llega... un beso.
decía que si esa era yo...
anna karina es un amor!
mort.
ojosyespirales.blogspot.com
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