Texto por encargo
Barcelona. Revista Negro, Nº1
J. me cuenta que está preparando una publicación en su bar. No será muy complicada, dice, quiero que los clientes habituales participen. Ha pensado en un formato en acordeón fácil de editar y de distribuir. Suena un poco fanzinero pero puede quedar bien. Me parece una gran idea. Hay mucha gente que podría colaborar con dibujos o textos ¿Pero sobre qué quieres que escribamos? - pregunto. No lo sabe, dice que sobre cualquier tema. Pido una cerveza y comienzo a pensar en el local, en lo que puede significar. Para mi su bar es como un vórtice, hay vidas girando en espiral a su alrededor, pasa el tiempo y las trayectorias vitales se van cerrando sobre si mismas hasta que entran por la puerta. Sólo hay que esperar sentado en la barra el momento del encuentro. Apuro la cerveza. Cuando J. se acerca de nuevo le digo que ya se me ha ocurrido una idea. Me mira receloso. Entonces vuelve sobre sus pasos y advierte; traeme algo de prosa ¿eh? no vayas darme un refrito de esas poesías sobrantes tuyas sobre algún concepto abstracto. Mierda. Tendré que pensar en otra cosa.
1 comentario:
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jajajaja... delicioso...
Saludos...
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