Llegar a recordar
Está sentada en el suelo de una calle estrecha. Apoyada en la pared. Amenazada por el paso de los ejércitos de turistas que con el calor invaden la ciudad. Tiene que levantarse un poco para que el coche del barrendero no la pise al pasar. Está descalza y embarazada de bastantes meses. Mientras trata de sentarse de nuevo me acerco a ella y le pregunto si se encuentra bien. Me mira extrañada, sonríe. Más o menos - duda un momento. - Estoy pidiendo. No sé que decir. En una mano aprieta con fuerza sus monedas, vacila en estirarla hacia mi pero no lo hace. Vuelve a mirarme y después a su alrededor un poco desconcertada de que siga allí parado. Se pone nerviosa. Estoy de más. Me despido. Unos pasos después me detengo de nuevo y me vuelvo para observarla. Noto que no es la primera embarazada que he visto mendigar. Seguro que no, aunque no lo recuerde. Pero tal vez es la única que llegaré a recordar porque no sabía quién era.
No hay comentarios:
Publicar un comentario