Atenciones
la madrugada apretaba
contra los cristales del bar
cenábamos café, con soledad y leche
recuerdo preguntaste
si recordaba tu nombre
después de tantas horas juntos
y sin esperar respuesta
que tú sí sabías el mío
que debía prestar más atención
te despediste ligera
y tu bicicleta te perdió en las calles
todos estos meses
hasta que esta mañana
por no prestar atención
me atropellaste con una sonrisa
y sin disculparte
¿aún no lo sabes?
dije uno al azar
dudaste un momento
suena bien, ese nos vale
al menos
hasta que amanezca de nuevo
1 comentario:
Curioso.
Intentaré regresar siempre y cuando recuerde el camino.
Un fuerte abrazo desde el Otro Lado.
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