El amor en tiempos de intercambio
Cuando El tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones nos pide que recordemos a Breton y a sus amigos ofreciendo una rosa a cada bella transeunte del bulevar Poíssonière y suscitando inmediatamente la desconfianza y la animosidad del público Uno se detiene. Y en mitad de la lectura puede llegar a notar - atrapado en la dialéctica de Vaneigem - que de los productos fabricados en serie por el hombre, hoy en día, el amor es la única mercancía de cambio que conserva íntegramente su valor de uso. Llegar a entender la posibilidad de encontrar amores desconcertados, en un primer momento, cuando Uno ofrece algo a cambio de nada. Y caer sin falta, una vez más, en los presagios de Cioran donde el afecto llegaría a ser de los peores regalos que pueden entregársele al hombre. O Uno logra cerrar los ojos e imaginar a Breton sosteniendo la rosa en su mano mientras las transeuntes se apartan, insistir en esa imágen, hasta llegar a encontrar el rostro de la mujer que recoge la flor con una sonrisa.
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