Antes de dormir
Anochece y cuando miro al cielo pensando tu nombre las estrellas se apagan. Poso entonces la mirada sobre las sombras de la casa, sobre la mesa o el sofá donde tantas veces hicimos el amor. Se apagan. Ahora hay una pila de discos en la esquina dónde aparcabas tus bolsos y los libros se amontan sin orden en cualquier lugar. Hay unas cortinas nuevas en la habitación que creo te gustarían y un corazón de papel en la puerta de la nevera, pero eso ya lo sabes, porque lo olvidaste tú. Degusto los lugares donde encuentro tu recuerdo; la silla bajo el foco de luz transparente, el patio de la casa donde tus ojos guardaron la lluvia, la marca que tu cuerpo dejó sobre el colchón y acaricio cada noche antes de dormir.
1 comentario:
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Sí, sí... más me vale hallarle el gusto al amargo sabor que queda en el gran resto de lo que sigue al "fue bueno mientras duró"...
Felicidades !!
Saludos...
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