El cementerio de las buenas intenciones.
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Autor: Pelayo Méndez.
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jueves, 17 de abril de 2008

Penumbra

Foto: "Dos.", Marcelo Cugliari © Todos los derechos reservados.

Para Lidia. Feliz cumpleaños.

Su cariño neoliberal no era fácil de entender
- perdonadme si pruebo -
con esa tendencia suya
a colar la economía en cualquier gesto
Vestía decorosa por el día
la noche con exceso
y tenía un plan muy bien planeado
para gestionar las caricias y los besos
que le vamos a hacer si para ella
amar era una guerra de vencidos
que se desarrollaba en algún país extranjero
Lo curioso es que hoy, después de todo aquello:
de mi revolución,
de la obligada temporada en el infierno
Sonrio aún al pensar aquellos ojos negros
escondiendo una lluvia de engaños y misterios
La he vuelto a encontrar más de una vez
cambio de dirección, se tiño el pelo
tenía otros nombres, otros cuerpos
y lo triste es que el tiempo mejora su sistema
en su mirada viajan, aún sonrisas tiernas
es capaz de apartar de un solo verbo
los fantasmas, las mentiras y el miedo
El mío, mi sistema, se ha debilitado
me doblego a sus trampas
acepto las migajas de alegría
que protege en el muro insolente de sus dedos
guardo en mi corazón como un secreto ciego
la esperanza de olvidarla, de cambiar o al menos
de ahorrar algún dinero
para poderme ir a vivir lejos
Mientras, continuaré
- en silencio, lo prometo -
tratando de entender todo esto

1 comentario:

Guillermo N. A. dijo...

-
Me dijeron que quien ama mucho... demasiado... No sabe amar...

Que para que el amor funcione espreciso "administrarse"...

Yo sólo sé que este es un juego tan complicado, que no jugarlo es la forma más inmediata de perder...

Saludos...
-

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