Entre líneas
hablo para los que saben
que son las horas del miedo
cuando todo lo que nos rodea
amenaza con desparecer
en un segundo
y a solas, de madrugada
afrontas la casa
los muebles olvidados
las paredes podridas
y esos objetos tan nuestros que parecen ajenos
me entenderán los que han comido techo alguna vez
hasta que el sol se escondió entre las sábanas
empapados con la sensación de tener perdido ahí fuera
aquello que podría convertir
la habitación muerta en un templo
les pido
no defendáis imperios de un día
contruidos entre líneas
ni citéis poemas diseñados
como pintadas de baño
contar en cambio, como habéis perfeccionado la huida
tal vez entonces se pueda aprender algo
para volver atrás
pero no digáis que somos los valientes
que tenemos la razón
carroñeros de fin de semana
rumiando los días que pertecen a otros
no somos valientes, no
tan sólo presos cobardes
elaborando el plan de fuga
de la carcel de nosotros mismos
hablo para ellos, y lo hago
con todo el cariño del mundo
porque al día siguiente
- lo siento chicos -
la vida seguirá desde donde la dejamos
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