Mañana de domingo
No manejes tu angustia como si fuera un arma.
Nadie tiene la culpa de que seas tan débil.
Nadie debe pagar por tanta cobardía.
Nadie tiene la culpa de que seas tan débil.
Nadie debe pagar por tanta cobardía.
"Pacifísmo", Luis Alberto de Cuenca
mañana de domingo
buscaba las palabras
para afrontar el día
y de mi biblioteca
sólo surgían versos
ajenos, de otras vidas
que de nada servían
o dudosas poesías
desde entumecidas aulas
esas que sólo funcionan
cuando ha llegado el lunes
la cura con canciones
de tiempos más sencillos
tampoco funcionaba
traté de aletargarme
el botiquín vacío
me devolvió a los libros
a falta de Tranxilium
y encontré estas líneas
que convertí en consejo
No manejes tu angustia como si fuera un arma.
Nadie tiene la culpa de que seas tan débil.
Nadie debe pagar por tanta cobardía.
la mágia del sentido
que ordena la cabeza
me devolvió las fuerzas
poder abrir la puerta
enfrentarme a esas calles
ausentes de domingo
demasiado imprecisas
para llegar a nada
- tal vez sólo a perderse -
seguro de poder regresar a la casa
a contrastar la vida
con todo lo que dicen
los textos
las canciones
lo único que importa
Si llevas tantos años ahogándote entre libros
será porque te gusta. Sufre tus perversiones como un hombre.
Y no escarbes en heridas ajenas.
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