[ perdiste la mirada en las aceras ]
perdiste la mirada en las aceras
paseando entre pe[at]ones
que evitan contemplar la vida
aprendiendo a no buscar el horizonte
en los muros de hormigón
notaste para siempre que en la ciudad, el tiempo
no sopla a nuestro favor
y los días a-penas han encontrado
su rumbo entre las calles
cuando el viento de la noche
se eleva en su contra
iluminando las ventanas
de hogares a los que no perteneces
te enseñaron las tormentas
que los charcos son espejos
enviados por las nubes
del cielo azul del mañana
que sólo es posible caminar
sobre la ciudad desierta
bajo la lluvia
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