El mismo disco
los rizos caracolean en la almohada
como víboras sutiles en el fondo de un pozo
en mitad del amanecer, he abierto los ojos
antes de que sonara el despertador
las nubes eran azules, el cielo un plástico naranja que trataba de filtrarse
los rizos eran negros, igual que la noche anterior
La suave piel de la mañana acariciaba una casa
en la que no hay café, sólo té
una pierna desnuda, asomando entre sábanas negras
como la luna en un cielo que aún no se ha ido dormir
no hay espejo en el baño
las paredes del cuarto están cubiertas con fotografías de otros
ninguna suya ¿para qué?
no hay espejo en el baño
me crecerá la barba si sigo quedándome a dormir
y joder, no hay café, sólo té y sábanas negras
paredes blancas tapizadas con antiguas fotografías
rizos que se enroscan en la piel y atascan el desagüe de la ducha
un despertador que suspira al otro lado de las cortinas
mientras busca tu sombra a sus espaldas
la mañana huele a crema hidratante, colonia francesa
resaca de galletas de limón
y suena como a gato que araña un piano
“todos los días escucho la misma canción”
... y aunque todo lo que dice es la verdad
más tarde escribirás de nuevo, en el metro, todo esto
no te olvides de nada, pero sobretodo
no te pases de parada
no te pases de parada
no te pases de
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