Lunes

Acabo de dejar tu casa
y ya me siento solo
mientras espero en el andén
a que pase el tren de la semana
presiento tu cuerpo desnudo
acunado por relojes
tic
la señora del perrito
tac
los turistas con sus cámaras
tic
incluso el hombre gris de oficina
tac
- ¿qué quieres? - me recuerdan a ti
pasan las estaciones
que me acercan al trabajo
mientras palpo en mi bolsillo
el beso infinito
de la horquilla que robe de tu pelo
y más tarde en la universidad, esperando,
a que termine la comedia
de la rutina diaria
te escribiré (tal vez)
algunos versos escondidos
que te hagan sonreír, dirán:
Lo bueno es que al final del viernes,
para todos, por suerte,
siempre sale la luna.